PROSA REBELDE Y ANTISISTEMA

Es un blog dedicado a la poesia diferente al verbo sangrante que en llamas revela el interior humano. Es un verbo rebelde y combativo lleno de odio y de amor de dolor y de grandeza. Es la contraposicion del ser. Es poesia del asfalto para el asalto. Asaltamos el mundo con unas palabras y como estandarte un sueño. Para el imperio solar y la revolucion espiritual. Poesia del asfalto para el asalto.,,

lunes, 22 de noviembre de 2010

Necropolis - Valy Wainer - Poesia Argentina



Suspiran las almas
enumeran andanzas
remolinan la tierra
espectrales corceles
que ahí cabalgan.


Cuerpos tiesos como su mármol
se les trituran los huesos.
Misterios ancestrales
los lunáticos gestan
macabras ideas.


- ¡Transformad en cielo
lo usurpado a la vida!


Verde opacado
en lágrimas resecas
¿enterrado lo etéreo?


Hogar enclaustrado
Suspendido en respeto
horizonte del fin


- ¡Suprimid esos bosques de muertos
usurpados a la vida!


Flores recién desgarradas
parca en helechos
jardines de muerte
usurpados a la vida.


- ¿Los disfrutamos los muertos?

Valy Wainer

sábado, 6 de noviembre de 2010

Canta Corazon - Victor Ricardo Azuaje - Poesia Americana

 Desde Venezuela, un joven poeta y musico. Aqui su poesia.
 
Canta corazón

¡Canta corazón!
Quiero oírte cantar
Aunque estés triste
¡Canta alegre tonada!

Recuerda el verde del bosque
Recuerda la selva
Allá donde tu amada
Bajo la lluvia te amaba

Recuerda las rocas
De la imponente montaña
Recuerda el blanco
De la sierra nevada

Recuerda la tierra
Estaba fría, helada
Allá donde tú hablabas
Acaso corazón ¿no recuerdas?

Yo si recuerdo
Tu fuerte latir
Respiración agotada
Agitación, dulce emoción

Alcanzar una cima
Es como besar, una mujer amada
¡Canta mi corazón!
¡Recuerda la pasión!

Recorrer senderos
Entre el verde vivo
Recorrer tú alma
Entre profundas miradas

Todo me hace cantar
Corazón conmigo cantaras
Recuerdos alegres
En un corazón triste

Recuerdas ¿por que?
Decidiste dejar de cantar
Yo también recuerdo
Pero no quiero guardar silencio

Prefiero cantar
Dulces canciones
Dedicadas a ella
También a las montañas
¡Canta corazón!
¡No seas terco!
Volveremos a subir
Volveremos a besar

Subiremos las cimas
Besaremos sus labios
Allí cantaremos
Allí la verdad entonaremos

Mientras tanto
Alegre cantaremos
Aunque triste estemos
Canta sin parar, ¡canta ya!

Víctor Ricardo Azuaje
 
http://www.victorazuaje.blogspot.com/

miércoles, 3 de noviembre de 2010

A Roosevelt - Rubén Darío - Poesia Americana


¡Es con voz de la Biblia, o verso de Walt Whitman,
que habría que llegar hasta ti, Cazador!
Primitivo y moderno, sencillo y complicado,
con un algo de Washington y cuatro de Nemrod.
Eres los Estados Unidos,
eres el futuro invasor
de la América ingenua que tiene sangre indígena,
que aún reza a Jesucristo y aún habla en español.

Eres soberbio y fuerte ejemplar de tu raza;
eres culto, eres hábil; te opones a Tolstoy.
Y domando caballos, o asesinando tigres,
eres un Alejandro-Nabucodonosor.
(Eres un profesor de energía,
como dicen los locos de hoy.)
Crees que la vida es incendio,
que el progreso es erupción;
en donde pones la bala
el porvenir pones.
No.

Los Estados Unidos son potentes y grandes.
Cuando ellos se estremecen hay un hondo temblor
que pasa por las vértebras enormes de los Andes.
Si clamáis, se oye como el rugir del león.
Ya Hugo a Grant le dijo: «Las estrellas son vuestras».
(Apenas brilla, alzándose, el argentino sol
y la estrella chilena se levanta...) Sois ricos.
Juntáis al culto de Hércules el culto de Mammón;
y alumbrando el camino de la fácil conquista,
la Libertad levanta su antorcha en Nueva York.

Mas la América nuestra, que tenía poetas
desde los viejos tiempos de Netzahualcoyotl,
que ha guardado las huellas de los pies del gran Baco,
que el alfabeto pánico en un tiempo aprendió;
que consultó los astros, que conoció la Atlántida,
cuyo nombre nos llega resonando en Platón,
que desde los remotos momentos de su vida
vive de luz, de fuego, de perfume, de amor,
la América del gran Moctezuma, del Inca,
la América fragante de Cristóbal Colón,
la América católica, la América española,
la América en que dijo el noble Guatemoc:
«Yo no estoy en un lecho de rosas»; esa América
que tiembla de huracanes y que vive de Amor,
hombres de ojos sajones y alma bárbara, vive.
Y sueña. Y ama, y vibra; y es la hija del Sol.
Tened cuidado. ¡Vive la América española!
Hay mil cachorros sueltos del León Español.
Se necesitaría, Roosevelt, ser Dios mismo,
el Riflero terrible y el fuerte Cazador,
para poder tenernos en vuestras férreas garras.

Y, pues contáis con todo, falta una cosa: ¡Dios!

Ruben Dario